Con la edad la piel pierde su elasticidad y los músculos pierden tono. Este proceso natural se manifiesta en los párpados superiores como acúmulo de piel y en los inferiores como arrugas profundas (ojeras). Además de esto, se produce una pérdida de tono muscular y por lo tanto la grasa periorbital se hace prominente dando un aspecto de cansancio.
Hay algunas personas en las que, por genética, este proceso aparece en edades muy tempranas.
Estos cambios son más acentuados por la mañana, en momentos de estrés y de falta de sueño.
Con la edad, la piel del párpado superior cuelga, llegando en algunas ocasiones a dificultar parcialmente la visión.
La operación se llama blefaroplastia y consiste en remover el exceso de piel y las bolsas de grasa periorbitarias con el fin de dar un aspecto de estado de alerta y juventud. Esta intervención no eleva la ceja; para conseguir esto sería necesario un lifting facial (estiramiento). Tampoco puede cambiar el color del párpado inferior.
A veces es necesario hacer un peeling para mejorar las arrugas finas.
Puede hacerse en un hospital bajo anestesia local +/- sedación o general.