Se trata de colocar un fino entramado de hilos bajo la piel para sujetar el óvalo facial.
Están fabricados en un material 100% biocompatible como las suturas quirúrgicas.
Son, por tanto, totalmente reabsorbibles y solamente tienen unas pocas micras de grosor.
La corrección se consigue gracias a la fibrosis que genera, trabajan estimulando la formación de colágeno y fibroblastos, regenerando la piel y tensando el tejido que ha sufrido flacidez.
Consiste en la colocación de múltiples minihilos mediante aguja fina. Solamente requiere previa aplicación de crema anestésica, aunque las molestias durante y después de la inserción son mínimas. Permite inmediata incorporación a la vida social y laboral.
Se puede aplicar tanto de forma aislada como combinado con uno o más tratamientos faciales, como rellenos de acido hialurónico, toxina botulínica, mesoterapia con vitaminas o plasma rico en factores de crecimiento.