Se trata de la reimplantación de un miembro o extremidad completamente amputada. Esto consiste en unir el hueso, los tendones, los nervios y los vasos sanguíneos con la ayuda de un microscopio.
Cuando la parte ha sido amputada parcialmente se trata de una revascularizacion. Este último procedimiento es algo menos complicado pero no siempre se consigue. La finalidad es que se restaure la función.
Hay muchos factores que influyen en la decisión de un reimplante, como son: el nivel y la complejidad de la lesión, el tiempo de isquemia, de si se trata de la extremidad superior o de la inferior, de la causa del traumatismo y de si la lesión afecta a uno o a más niveles.