El Instituto Navarro de Cirugía Plástica y Estética inició su andadura hace ya diecisiete años, ya desde sus orígenes adquirimos el compromiso de ofrecer un servicio de alta calidad a los pacientes. A lo largo de estos años no hemos cesado en el empeño de seguir mejorando. Esto ha dado su fruto ya que muchísimos pacientes ya han confiando en nosotros y nos muestran cada día su satisfacción bien recomendando a otros pacientes o bien haciendo constancia de ello en nuestras encuestas de satisfacción.
Nuestros puntos fuertes a la hora de realizar nuestra labor son:
Individualizar cada caso para ofrecer el mejor tratamiento. Los buenos resultados también dependen de hacer un diagnóstico correcto y de que la indicación de la cirugía sea la adecuada.
Realizar las intervenciones en la Clínica San Miguel, centro que aporta las máximas garantías de seguridad al paciente.
Seguir un protocolo de actuación.
Abordar de la forma más segura posible las diversas patologías o problemas.
Atención permanente en los postoperatorios.
Como se siente el paciente y sus preocupaciones o dudas cuentan para nosotros.
Ofrecer soluciones mínimamente invasivas si el problema lo permite.
Prestar especial cuidado en que nuestras instalaciones le resulten agradables y cómodas.
Sin meses de espera para ponerle solución a un problema que le gustaría resolver.
Continuar avanzando para ofrecer la mejor atención a nuestros pacientes.
No hay grandes secretos si la preocupación por el paciente es una máxima, la satisfacción de quienes confían en nosotros es el mejor aval de que el trabajo se ha hecho bien. Estamos muy seguros de nuestras cualidades, habilidades y experiencia.
Aunque siempre haya algo de nuestra apariencia física que no nos gusta, esto normalmente no interfiere en nuestra esfera social ni en nuestra vida cotidiana. Cuando esta interferencia sí se da, se habla entonces del Trastorno Dismórfico Corporal y este debe reconocerse y tratarse adecuadamente.
En dicho trastorno los pacientes no pueden dejar de pensar en uno o más aspectos de su apariencia que ellos perciben como defectos aunque para los demás sea algo leve o incluso inapreciable.
Los pacientes se llegan a sentir muy avergonzados, con síntomas de ansiedad y les provoca limitaciones en su vida diaria como desajuste social, laboral, problemas en la escuela, las relaciones o la familia.
Estos defectos que ellos perciben les provoca obsesión, solicitan opinión sobre ello muy frecuentemente, se comparan a los demás o se miran al espejo muy a menudo. Las zonas que más frecuentemente les preocupan son las orejas, la nariz, las mamas, el abdomen o el aspecto de la piel en la cara.
Mientras que no sean conscientes de que esto se trata de un trastorno mental pueden acudir a consultas de Cirujanos Plásticos solicitando procedimientos para arreglar el problema que ellos perciben. Esto no es la solución ya que suelen tener ideas sobrevaloradas y altísimas expectativas del resultado, no realistas y por lo tanto tras una posible satisfacción temporal vuelven a recaer en el descontento. Por este motivo es crucial que el Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética sepa reconocer a dichos pacientes.
Con frecuencia se trata de personas que están obsesionadas con la cultura de la imagen o han podido sufrir acoso o maltrato en el pasado, tienen baja autoestima y son perfeccionistas en exceso.
El tratamiento apropiado para estos pacientes incluye terapias psicológicas o tratamiento antidepresivo o ambas y debe controlarse desde la especialidad correspondiente.
A pesar de que vivimos en un mundo dominado por los avances médicos y tecnológicos imparables, hay todavía un espacio para la aplicación de métodos que datan de muy antiguo pero persisten por su científicamente demostrada eficacia.
Parece increíble que las “sanguijuelas” (leaches en inglés) continúen usándose aunque la información disponible ya data de las primeras civilizaciones. El efecto beneficioso se basa en que producen un anticoagulante natural que previene la formación de coágulos y restablece el flujo sanguíneo apropiado en aquellas partes del cuerpo que están muy inflamadas, reduce la congestión venosa. Su uso terapéutico es fundamental en muchas técnicas de cirugía reconstructiva ya que mejora la expectativa de éxito de reimplantes y colgajos. Su uso hoy en día esta muy regulado y se utiliza bajo estrictas condiciones higiénicas y con consentimiento del propio paciente. Países como Francia o el Reino Unido ya lo tienen incluido entre las opciones que se utilizan de forma rutinaria.
Otra sustancia de uso habitual con resultados muy beneficiosos es la Arnica, se trata de una planta cuyo uso medicinal ya se remonta al siglo XVI. Sus propiedades se basan en su capacidad de reducir los hematomas, disminuir el dolor y la inflamación.
Hoy en día existen cremas en la farmacia con este compuesto. Su uso se recomienda tras cualquier procedimiento que sea susceptible de producir hematoma. En el caso de la Cirugía Estética es muy útil tras un tratamiento con ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas ya que disminuye el riesgo de pequeños hematomas en la cara, tras una rinoplastia o una blefaroplastia en los que son comunes cierto grado de hematoma posterior.
La miel es una herramienta muy útil por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Su uso ya viene de muy antiguo, hay información del 2000 AC.
Sus propiedades se basan en su pH ácido que previene la infección por muchos tipos de bacterias que no crecen en un medio así, también por contener peróxido de hidrógeno que inhibe el crecimiento de bacterias y por su alta osmolaridad (tiene muchos azúcares) que extraen el agua de las bacterias y las inactivan. Su uso es muy apropiado en úlceras o heridas que tienen que cerrar por segunda intención (no se suturan).
Cuando analizamos la cara de una persona debemos valorar la totalidad y no elementos aislados. En el caso de una cara joven la transición de una zona a otra es más suave pero con el envejecimiento se pierde esta armonía. Con la edad muchos de los rasgos se hacen más marcados o evidentes, aun así hay que valorar el conjunto antes de una intervención para que los cambios que se realicen estén en consonancia con el resto de los rasgos faciales. El caso de los párpados es muy llamativo porque es una de las primeras estructuras que reflejan el paso de los años.
Durante el proceso de envejecimiento fisiológico hay unos cambios en el aspecto de los párpados que hay que tener en cuenta. Vamos a enumerar los principales cambios que ocurren:
- La cola de la ceja comienza a descender.
- Hay una pérdida de elasticidad de la piel que hace que se estire y se origina un pliegue cutáneo en el párpado superior que hace de cortina sobre el ojo. En el caso de los párpados inferiores hay un aumento de los pliegues cutáneos y la impresión de que sobra piel.
- La grasa que existe tras los párpados superiores se hernia hacia delante por pérdida de integridad de los tabiques que la mantienen. También ocurre lo mismo en los párpados inferiores.
- Los párpados superiores pierden curvatura y se aplanan.
- Las glándulas lacrimales se hacen más prominentes en la parte lateral del párpado superior.
- Los globos oculares parecen más hundidos.
- Aparecen arrugas laterales o patas de gallo.
Estos cambios varían entre individuales y están influidos por múltiples factores como: la genética, el tipo de estructura facial, la exposición prolongada al sol, el hábito de gesticular o problemas médicos entre otros.
Estos cambios pueden mejorar su aspecto con tratamientos o cirugía. Cada caso requiere una valoración individualizada, porque cada problema tiene una solución diferente y porque cada paciente es diferente.
Este término define al envejecimiento acelerado y prematuro de la piel como consecuencia de la exposición continuada al sol. Se presenta como piel arrugada, áspera, amarillenta, zonas con pigmentación parcheada o incluso con tumores de piel malignos o benignos.
La radiación del sol tiene varias partes: luz visible, luz ultravioleta (UVA y UVB) e infrarrojos.
La radiación ultravioleta produce un efecto químico en la piel provocando unos daños inmediatos pero también tardíos. La que penetra en profundidad es la A. La radiación infrarroja provoca calor inmediato y radicales libres. En ambos casos los efectos a largo plazo son fotoenvejecimiento y solo en el caso de los ultravioleta cáncer de piel.
Cuando tomamos el sol directamente los melanocitos de nuestra piel producen más melanina que da el aspecto bronceado pero esto en realidad es una medida de protección para impedir que los rayos penetren profundamente en la piel.
Los protectores solares deben incluir protección frente a la radiación A y B y también tener antioxidantes.
Para algunos el riesgo percibido de envejecimiento o cáncer de piel queda muy lejano pero es muy importante concienciar para que desde niños se aplique protección solar adecuada y se evite exposición directa las horas de más sol. Acompañar el uso de una crema con alguna prenda que evite la exposición directa o usar gorras o sombreros son las principales recomendaciones. Las pautas de comportamiento en protección solar de los padres se transmiten a los hijos por eso es muy importante la educación.
En el caso de ciertas afecciones cutáneas o situaciones de mayor vulnerabilidad como son los bebés, la toma de medicaciones, el tratamiento con radioterapia, la precaución debe ser aún mayor.
Cuidarnos en este sentido mantendrá un aspecto de piel menos envejecido y con menos riesgo sin impedir el disfrutar del aire libre y del sol que también tiene sus ventajas.
Las pacientes que consultan por un pecho voluminoso llevan años sufriendo dolores de espalda, cuello, problemas en la piel bajo los surcos mamarios o incluso problemas psicológicos. Puede afectar a mujeres de todas las edades, incluso a chicas jóvenes porque el tamaño del pecho puede venir determinado por factores genéticos, hormonales o de peso corporal. Es frecuente que las chicas jóvenes tengan problemas por no querer exponerse en ropa de baño o limitar su actividad deportiva, les puede condicionar además sus relaciones de pareja. Se trata por lo tanto de algo más que un problema estético.
La única solución es la cirugía ya que el llevar sujetadores de soporte puede aliviar los síntomas pero no lo soluciona.
La cirugía extirpa el exceso de tejido mamario y piel, recoloca el complejo areola-pezón, se trata en definitiva de reducir el volumen pero manteniendo la estética del pecho e intentando en la medida de lo posible mantener la sensación superficial aunque es posible que la posibilidad de dar el pecho en el futuro quede afectada.
Los resultados son permanentes aunque hay que entender que el pecho esta expuesto a cambios fisiológicos como la edad, los embarazos o las fluctuaciones en el peso corporal.
Es una cirugía donde los pacientes quedan muy satisfechos. Como en todas las cirugías es crucial ser visto por el especialista que le explicará en que consiste, como son las cicatrices resultantes y que puede usted esperar en el postoperatorio. La técnica utilizada viene determinada por el tamaño y la forma del pecho, así como de la experiencia del propio cirujano con las diversas disponibles, siempre se tendrá en cuenta el mantener un óptimo aspecto estético resultante. La parte de pecho extirpada siempre debe mandarse a estudio anatomopatológico para descartar que no hay malignidad.
La cirugía se realiza con anestesia general e ingreso de una noche en el centro hospitalario.
Una animación muy interesante describiendo un ejemplo de este tipo de intervención puede verse en el siguiente link de la American Society of Plastic Surgeons.
La mejor manera de recuperarse tras una cirugía plástica debe incluir los siguientes pasos, pueden resultar obvios pero son cruciales. Concierne a los pacientes el asegurarse de que estos puntos se cumplen para tener una mayor garantía de óptima y rápida recuperación.
- Comenzar por ser un paciente saludable, por ejemplo evitando el tabaco ya desde antes de la cirugía.
- Selección de aquellos pacientes que tienen factores de riesgo como puede ser un sobrepeso u otras enfermedades que pueden comprometer la recuperación. En algunos pacientes ciertas intervenciones pudieran no estar indicadas en base a su historial médico concreto.
- Acudir a todas las citas marcadas por el cirujano, tanto preoperatorias como postoperatorias, informando sobre las preocupaciones y aclarando dudas.
- Revisar la documentación preoperatoria, leer el consentimiento informado.
- Seguir las indicaciones del cirujano al pie de la letra, tanto de lo que esta como no esta permitido hacer.
- Organizar la vida personal y laboral en los primeros días de la intervención, para evitar añadir estrés y preocupación al proceso.
- Comer adecuadamente, descansar y evitar alcohol o cafeína en exceso.
- Es muy importante que quien le revise post-operativamente sea un especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética y que por lo tanto sepa manejar cualquier posible complicación. Tener una valoración por otro personal sanitario que quizás no sepa reconocer signos incipientes de las complicaciones puede tener graves consecuencias.
- Asegure que su cirujano esta accesible y hay posibilidad de contactar tras el alta, sobre todo en las primeras 48 horas.
- Recuerde que el sentido común es el que debe predominar en nuestros actos, pues bien, en este aspecto también se aplica. Como es posible que en este ámbito de la cirugía tengan cabida los aspectos puramente comerciales, las tarifas reducidas u ofertas, viajar a otro país para la intervención y regresar durante el postoperatorio reciente o no acudir a profesionales con las titulaciones adecuadas.
Según ha publicado la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética), la ginecomastia esta la tercera en el orden de liderazgo de las búsquedas mensuales sobre Cirugía Plástica.
Es un problema que afecta a hombres, que les resulta embarazoso y les afecta en su esfera psicológica porque sienten que les aleja del estereotipo de físico masculino. Es además un trastorno muy común y la demanda de consulta se da en tanto en hombres jóvenes como maduros.
Se trata de un ensanchamiento de la mama por causas variadas: hormonales, genéticas, medicamentos, ciertas patologías sistémicas, drogas o ser de causa fisiológica según la edad.
El abordaje de tratamiento puede ser realizado por liposucción pero es el cirujano el que debe valorar cada caso en particular. Siempre debe ser un especialista quien le valore ya que hay algunos casos que requieren un procedimiento más complejo.
El paciente que se someta a esta intervención debe estar sano y tener expectativas realistas ya que el resultado debe quedar en consonancia con el resto del tórax. Si se le añade un problema de obesidad, la primera indicación es perder peso ya que con ello también disminuirá la grasa acumulada en esa zona.
Los resultados son permanentes y satisfactorios.
La búsqueda de información sobre ginecomastia o sobre otro tema de Cirugía Plástica debe ser una forma de entrar en contacto pero nunca en sustitución de una consulta presencial con el especialista que le toma una historia clínica, le explora y tiene en consideración su caso particular. Hay temas en concreto sobre los cuales el paciente siente pudor al consultar, este ejemplo bien pudiera ser uno de ellos, por eso es fácil acceder a la información accesible en internet pero tiene sus límites y como hemos mencionado antes, la ginecomastia es un problema muy común.
La cirugía de la mano abarca el tratamiento de problemas que afectan a dicha estructura, de distinto origen pero más frecuentemente traumáticas o congénitas. En el caso de las lesiones traumáticas la importancia radica en su repercusión social, laboral y económica ya que es responsable de baja laboral e incapacidad temporal y permanente en la población en edad de trabajar.
El tratamiento de estas lesiones debería ser una prioridad por parte de los centros hospitalarios y las mutuas laborales. Para ello se debería cuidar mucho quien realiza estos tratamientos ya que solamente un experto en cirugía de mano tiene la adecuada formación y experiencia para reconocer que estructuras están afectadas y abarcar la reparación microquirúrgica de hueso, tendón, nervio, vaso sanguíneo y la cobertura cutánea.
La anastomosis de los vasos sanguíneos, tanto arterias como venas, es crucial en la recuperación tras la lesión ya que de ello dependerá el adecuado aporte de sangre y el retorno venoso. Se trata de suturar los escasísimos milímetros de diámetro que tienen los vasos de los dedos.
Los nervios están compuestos de finísimas fibras nerviosas formando un haz y todo el conjunto esta cubierto por una funda o epineuro. Si estas fibras se lesionan el extremo que queda al otro lado de la lesión pierde la capacidad de conducir el impulso nervioso. El cirujano solamente puede reparar esa funda, nunca las fibras. Desde el extremo anterior a la lesión las fibras intentarán seguir creciendo para alcanzar el otro extremo, por eso es muy importante como se aproximen ambos extremos ya que de ello dependerá el conseguir una mejor función posterior del nervio. Las consecuencias de una mala o ausencia de reparación es la pérdida de sensación, la pérdida de fuerza muscular y masa muscular y dolor.
Los tendones flexores son cordones fibrosos que conectan los músculos del antebrazo a los huesos de los dedos y son los responsables de la función de flexión. En su trayecto discurren por túneles en la muñeca y en los dedos.
Si se pierde la capacidad de flexión la mano queda enormemente limitada. Si la reparación del tendón no se hace pronto, este se puede retraer y separarse varios centímetros con lo que se dificulta de forma importante la reparación posterior.
Los tendones extensores discurren por la parte contraria a la palma de la mano, tienen la función de extender los dedos. Discurren por debajo de la piel con lo que son muy vulnerables, sobre todo a nivel de las articulaciones entre los huesos de los dedos. En muchas ocasiones estas lesiones de tendones extensores son subestimadas si quien repara no es un experto en mano.
La mayoría de los pacientes demandan unos cambios de mejora en su aspecto pero con los resultados más naturales posibles, de manera que quien lo note vea un rostro más rejuvenecido pero sin poder determinar exactamente qué se ha cambiado.
•Los rellenos de ácido hialurónico permiten rejuvenecer el contorno de lo labios, rellenar los surcos nasogenianos (alrededor de la parte inferior de la nariz) o lo que se conoce como código de barras que corresponde a las arruguitas que aparecen entre el extremo de la nariz y el labio superior.
•La toxina botulínica permite alisar ciertas áreas en la frente y el entrecejo.
•Los hilos tensores recuperan la forma del óvalo facial, digamos que hacen un efecto de lifting , son completamente reabsorbibles y el procedimiento es ambulatorio.
•El plasma rico en factores de crecimiento (PRP) da luminosidad y trofismo a la piel facial aportando grosor, elasticidad y consistencia, todo lo que se va perdiendo en el proceso fisiológico de envejecimiento de la piel.
•La blefaroplastia es la cirugía de párpados superiores caídos que forman un faldón que tapa parcialmente el campo visual, además de dar una mirada apagada y aspecto más envejecido, también puede limitar el campo de visión de muchos pacientes, como una cortina.
•La rinomodelación permite solucionar ciertos problemas estéticos de nariz sin precisar de una rinoplastia, es útil además en aquellas personas que ya han sido intervenidas de la nariz para los que se les ofrece una mejoría sin las complicaciones y dificultades de una reintervención.
Todos ellos pueden combinarse. Los resultados son extremadamente naturales y son poco invasivos, por ambas razones son altamente demandados, tanto por hombres como por mujeres, de diferentes edades. Cuando la cirugía o este tipo de procedimientos la realiza un profesional adecuado, con una indicación correcta y aplicando el sentido común, primando la seguridad y la naturalidad del tratamiento, los resultados son altamente satisfactorios.