Hemos vivido un acontecimiento insólito en nuestras vidas, obligandonos a recogernos y a paralizar nuestras vidas a muchos y a otros el hacer un mayor esfuerzo en nuestros trabajos.

El horizonte que se nos presenta nos obliga a todos a hacer cambios en nuestra manera de relacionarnos y trabajar. En particular, en nuestras consultas privadas tendremos que adoptar nuevos hábitos que aseguren el cumplimiento de las medidas de prevención que se recomiendan.

El distanciamiento obliga a adaptar espacios y aquellos centros que tengan esta disponibilidad tendran esa ventaja. En nuestro centro disponemos de tres salas de espera luminosas y bien ventiladas donde el paciente puede permanecer de forma aislada. Además la distribución circular del centro permite una circulacion unidireccional del personal y pacientes evitando que los pacientes que entraran coincidieran con los que se van. Esto ultimo siempre ya era muy bien aceptado por nuestros pacientes que agradecen la discreción y en esta nueva situación lo será aún en mayor medida.

Por nuestra parte haremos todo lo posible y reglamentario por cumplir estas normas ya que nos benefician a todos pero tambien es importante volver a nuestra labor para intentar dar una normalidad a nuestras vidas.

En términos generales el plan diseñado en nuestra consulta para el momento de la reapertura sería el siguiente:

 

  • Triaje telefónico previo para garantizar que no se acude con posibles síntomas y dar consejos de cómo se acudiría a la cita (medidas de protección aconsejadas, evitar acompañantes si es posible, ser puntual a la cita, etc)

 

  • Medidas a la entrada a la consulta: toma de Tº, mascarilla, lavado de manos, etc.

 

  • Equipamiento de seguridad en el personal del centro.

 

  • Mantener distancia de seguridad.

 

  • Limpieza de superficies y material entre cada paciente.

 

La responsabilidad en el cumplimiento de las normas es cosa de todos, solamente en este caso llegaremos a mantener la situación bajo control y con ello al retorno a nuestras vidas.