¿Quién debe realizar la cirugía de la mano?
La cirugía de la mano abarca el tratamiento de problemas que afectan a dicha estructura, de distinto origen pero más frecuentemente traumáticas o congénitas. En el caso de las lesiones traumáticas la importancia radica en su repercusión social, laboral y económica ya que es responsable de baja laboral e incapacidad temporal y permanente en la población en edad de trabajar.
El tratamiento de estas lesiones debería ser una prioridad por parte de los centros hospitalarios y las mutuas laborales. Para ello se debería cuidar mucho quien realiza estos tratamientos ya que solamente un experto en cirugía de mano tiene la adecuada formación y experiencia para reconocer que estructuras están afectadas y abarcar la reparación microquirúrgica de hueso, tendón, nervio, vaso sanguíneo y la cobertura cutánea.
La anastomosis de los vasos sanguíneos, tanto arterias como venas, es crucial en la recuperación tras la lesión ya que de ello dependerá el adecuado aporte de sangre y el retorno venoso. Se trata de suturar los escasísimos milímetros de diámetro que tienen los vasos de los dedos.
Los nervios están compuestos de finísimas fibras nerviosas formando un haz y todo el conjunto esta cubierto por una funda o epineuro. Si estas fibras se lesionan el extremo que queda al otro lado de la lesión pierde la capacidad de conducir el impulso nervioso. El cirujano solamente puede reparar esa funda, nunca las fibras. Desde el extremo anterior a la lesión las fibras intentarán seguir creciendo para alcanzar el otro extremo, por eso es muy importante como se aproximen ambos extremos ya que de ello dependerá el conseguir una mejor función posterior del nervio. Las consecuencias de una mala o ausencia de reparación es la pérdida de sensación, la pérdida de fuerza muscular y masa muscular y dolor.
Los tendones flexores son cordones fibrosos que conectan los músculos del antebrazo a los huesos de los dedos y son los responsables de la función de flexión. En su trayecto discurren por túneles en la muñeca y en los dedos.
Si se pierde la capacidad de flexión la mano queda enormemente limitada. Si la reparación del tendón no se hace pronto, este se puede retraer y separarse varios centímetros con lo que se dificulta de forma importante la reparación posterior.
Los tendones extensores discurren por la parte contraria a la palma de la mano, tienen la función de extender los dedos. Discurren por debajo de la piel con lo que son muy vulnerables, sobre todo a nivel de las articulaciones entre los huesos de los dedos. En muchas ocasiones estas lesiones de tendones extensores son subestimadas si quien repara no es un experto en mano.