Un estudio realizado en Estados Unidos muestra que el riesgo de tener problemas coronarios o infartos aumenta en los hombres mayores de 45 años que evitan el desayuno, este riesgo se incrementa en un 30%.

Ya se sabía que el no desayunar se incluía dentro de los factores desencadenantes de mayor riesgo de sobrepeso, diabetes, hipertensión o colesterol alto y que en los adolescentes el saltarse el desayuno se asocia a un peor perfil cardiovascular con más riesgos en el futuro.

El grupo de edad estudiado es el que con más frecuencia escapa al desayuno y se confirma que ayunar por la mañana el organismo debe recurrir a otros mecanismos para la obtención de energía que son más perjudiciales para la salud cardiovascular. También se ha comprobado que el no desayunar se ajusta con mayor frecuencia a un perfil de edad más joven, fumador, consumo de alcohol, estrés, menos actividad física, etc. También se añade que cenar tarde es otro factor de riesgo añadido.